sábado, 10 de marzo de 2012

Mitología babilónica (I)

A principios del segundo milenio a.C, algunas tribus amorritas de lengua semítica se establecieron en la cuenca media del Éufrates y construyeron un estado bajo el mando de Hammurabi, que hizo de Babilonia su capital (siglo XVIII a.C).

Los babilonios heredaron la cultura de Sumeria y adoptaron buena parte de los mitos sumerios, pero la mitología babilónica conservará una impronta que recordará sus orígenes pastoriles.

Los dioses sumerios más importantes simplemente fueron rebautizados con nombres semitas: An pasó a ser Anu; Enki, Ea; Enlil, Ellil; Innana, Ishtar; Utu, Shamash; Nannar, Sin. Pero no aparecieron nuevas divinidades.

Los asuntos importantes eran la justicia, la moralidad y la piedad; además de la preocupación por la muerte y el inframundo (Nergal, Ereshkigal, Adapa, Gilgamesh). Y aunque parte de los mitos sumerios fueron trasvasados a la mitología babilónica, en esta última se acentuó el pesimismo, como corresponde a un período muy inestable social y políticamente.

El mundo es más impredecible y unos dioses completamente arbitrarios sostienen y a la vez amenazan el orden universal.

También aparece una nueva conciencia de la identidad nacional, como se ejemplifica con el ascenso del dios Marduk, como veremos en el mito babilónico de la Creación.

Adapa
Es uno de los Siete Sabios, creado por Ea y dotado de una sabiduría sobrehumana. Como un día el viento vuelca su barca, lanza una maldición, y como consecuencia el viento del sur no vuelve a soplar. El dios Anu le convoca para juzgarle y Ea, que teme por Adapa le instruye sobre como afrontar el juicio, del que sale airoso.
Cuando Anu se entera de que Adapa había conseguido su sabiduría de Ea, le ofrece el Agua y el Pan de la Vida, lo que le convertirá en un dios. Pero Ea le advertirá para que no acepte el Agua y el Pan de la Muerte y Adapa rechazará el ofrecimiento.

Este mito refuerza la idea mesopotámica de que la vida eterna es solo para los dioses. A pesar de que tiene la oportunidad de convertirse en inmortal, Adapa la desaprovecha.

Ereshkigal
Diosa del inframundo. Los dioses celebran un banquete y Ereshkigal manda a su enviado Namtar para recibir su parte del festejo. Pero hay un dios que no trata con el debido respeto al enviado, Nergal. La diosa no está dispuesta a dejar la ofensa sin venganza, y desea matar a Nergal convocándolo al inframundo. Pero Ea da a Nergal poderes mágicos y cuando se encuentra frente a la señora del inframundo, la destrona violentamente, disponiéndose a decapitarla. La diosa pide clemencia y se ofrece a casarse con Nergal y compartir el trono, a lo que él accede.

En otra versión, Nergal se postra con respeto ante el enviado. Antes de su viaje al inframundo, Ea le previene que no ceda a sus apetitos sexuales cuando vea a Ereshkigal, lo que no cumple, convirtiéndose en su amante durante seis días y noches. Nergal regresa al cielo y apremiado por la diosa vuelve. Se acerca a ella y la destrona, solo para besarla apasionadamente. Desde entonces, permanecen juntos en el reino de la muerte.

Erra
Era un antiguo dios semítico, relacionado con la fertilidad de la tierra. También recibió culto como dios del inframundo. Un mito documentado en el siglo VIII a.C. presenta a Erra como una fuerza del caos que propiciaba la suspensión de todas las normas sociales.

Gilgamesh
Dos tercios de dios y uno de ser humano, es el rey de Uruk y protagonista de uno de los más preciosos mitos de la historia de la humanidad, en su búsqueda de la vida eterna y que editaremos próximamente.

Ishtar
Antigua diosa semítica, probablemente relacionada en su origen con el planeta Venus. Durante el periodo acadio, se identificó con la diosa sumeria Inanna, pero mantuvo su carácter guerrero. En el segundo milenio, fue ascendida al papel de reina de los cielos como consorte de Anu. Su valor y su violencia quedaron suavizados por sus rasgos como diosa madre y su principal ocupación: la atracción sexual. Ishtar preside todas las manifestaciones que tienen lugar con el sexo y entre los oficiantes de su culto había travestidos, eunucos y prostitutas.

Marduk
Dios nacional de Babilonia, cobró importancia en los tiempos de la Primera Dinastía babilónica. Era hijo de Ea, y como él, estaba relacionado con la magia. También compartía aspectos con el dios solar, Shamash, sobre todo en lo relativo a la compasión, la imparcialidad y la justicia. Su personificación mitológica es la de un guerrero que lucha contra dragones (al igual que el dios Ninurta en la mitología sumeria). Además, tiene funciones ejecutivas como el orden del Universo y la división de cargos entre los distintos dioses. Su símbolo era el Mushhusu, el dragón alado con cuernos.

Nergal
Antiguo dios semítico, conocido desde el periodo acadio, en la segunda mitad del tercer milenio a.C. En un principio se trataba de un dios del inframundo (historia de Nergal y Ereshkigal). Más adelante se identificará también con el planeta Marte y dividirá su tiempo entre el cielo y el inframundo.

Tiamat
Tiamat es una diosa monstruosa primitiva destacable en el poema épico Enûma Elish, el poema de la Creación.Ti significa vida y ama, madre. Tiamat sería el principio femenino, el mar, representación del caos primordial. Es el agua salada cuya unión con Apsu (el principio masculino, el agua dulce) dará lugar al nacimiento de los dioses y de los animales.


Diccionario de mitología. Introducción
Mitología babilónica (II): el mito de la Creación
Glosario

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