Al rey de Uruk le llegan las noticias de una criatura cubierta de pelo, lo que motiva su curiosidad. Gilgamesh manda a Enkidu una prostituta para "amansarle": después de estar con ella los animales le rehuyen. Acompañará a la mujer a Uruk, donde conocerá a Gilgamesh.
Los dos singulares seres traban amistad y deciden abandonar la ciudad buscando aventuras. Su primer viaje les lleva hasta la montaña Cedar, donde vencerán al demonio Humbaba con ayuda del dios solar Shamash.
Cuando regresan victoriosos a Uruk, la diosa Ishtar comparece ante Gilgamesh para ofrecerse como esposa. Al rechazar la oferta con blasfemias, la diosa hace descender al Toro de los Cielos. Enkidu y Gilgamesh vencen al Toro, pero como castigo, Enkidu enferma y muere.
Cayendo en una terrible desesperación por la muerte de Enkidu, el rey de Uruk abandona su ciudad para buscar al héroe del Diluvio, Utnaphistim (protagonista de una historia muy semejante a la bíblica de Noé y que en una versión sumeria muy anterior recibe el nombre de Ziusudra), que había recibido la vida eterna.
Gilgamesh averiguará allí que la inmortalidad de Utnaphistim es un recordatorio a los dioses de la promesa que hicieron de no volver a destruir a la humanidad (la historia del Diluvio se encuentra en la tablilla número once del Poema de Gilgamesh y será editada también).
Ante las protestas del rey de Uruk que quiere un privilegio semejante al del superviviente del Diluvio, Utnaphistim le reta a permanecer despierto durante siete noches, prueba que no logra superar. Gilgamesh es expulsado de vuelta a Uruk.
Pero la esposa de Utnaphistim se compadece del rey y apiadado, Utnaphistim le habla de una planta en el fondo del mar que puede rejuvenecer. Conseguida la planta, esta es robada por una serpiente que inmediatamente renace tras mudar la piel.
Habiendo fallado las dos oportunidades de conseguir la inmortalidad, Gilgamesh de Uruk vuelve a su ciudad, donde contemplará sus magníficos muros y alabará el valor de las obras duraderas.
El Poema de Gilgamesh termina con la duodécima tablilla, un tanto desconectada de las anteriores en la que se narra una vieja historia de origen sumerio: el intento de Enkidu aconsejado por Gilgamesh para volver del Inframundo.
El fracaso de Gilgamesh a la hora de obtener la inmortalidad es coherente con la visión de la cultura mesopotámica de que la vida eterna está reservada a los dioses: al igual que al sabio Adapa, el rey de Uruk no aprovecha la inmortalidad a pesar de tenerla al alcance de la mano.
Diccionario de Mitología: Introducción
Mitología babilónica (I)
Mitología babilónica (II): el mito de la Creación
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