"En la profunda R´lyeh el Gran Cthulhu duerme y aguarda". Con tan amenazadora profecía, Lovecraft nos advierte en su relato “La llamada de Cthulhu” de esta oración que los seguidores del dios -un ente alienígena de 10 km de altura, cabeza de pulpo y cuerpo de dragón, recubierto por una gelatina que le hace indestructible- repiten una y otra vez, esperando el "día que las estrellas estén en posición" y en el que su horrible deidad quedará libre de su prisión y reclamará lo que una vez fue suyo.
Y al contrario que otros Primigenios o Primordiales, Cthulhu no mora en lejanas estrellas o está prisionero más allá de nuestro espacio-tiempo:
La ciudad de Rlyeh -de enloquecedora geometría no euclidiana- está localizada en el Pacífico y algunos… ¿locos? creen haberla localizado.
El profeta de Providence descubrió que hace eones, tras una fallida rebelión, los Dioses Arquetípicos lograron exiliar -pero no vencer definitivamente- a los Primordiales: Hastur fue exiliado al lago de Hali, en las Híadas, cerca de Aldebarán; Cthulhu a las profundidades del Pacífico; Ithaqua, El Que Camina en el Viento, a los helados desiertos árticos; Yog-Sothot fue lanzado al Caos junto con Azathot, el líder de la rebelión, al que en castigo, le privaron la cordura. Otros rebeldes fueron exiliados y prisioneros. El único que parece librarse de esta suerte es Nyarlathotep, el de las Mil Caras, el Caos Reptante.
Pero la hora de la
venganza se acerca, en la página 751 del Necronomicón -la edición completa, a
la que nadie puede acceder sin pagarlo con la razón o con la vida- figura el
famoso Noveno Verso, que al ser entonado devolverá la libertad a Yog-Sothot
como anunciaron los profetas.
Cada vez estoy más seguro de que nuestro escritor pagó su conocimiento -adquirido tras años de horribles pesadillas- con su vida. Fue fuertemente influenciado por Arthur Machen, miembro de la sociedad ocultista y esotérica llamada Golden Dawn, a la que también perteneció Aleister Crowley, inquietante personaje, uno de los fundadores de la magia del caos.
Quizás llegó a entrar en la peligrosa sección prohibida de la Biblioteca de la Universidad de Miskatonic. Murió joven, presa del cáncer. Es cierto que el cáncer es una enfermedad, pero ¿qué es una enfermedad para los que acechan en el umbral?
Por suerte, ya no es necesario entrar en la peligrosa sección, basta con tocar un enlace de la Universidad para acceder a todo este conocimiento. La sección prohibida necesita una clave de acceso, pero con un buen programa, la puedes conseguir...al fin y al cabo, no creo que Cthulu sepa lo que son los derechos de autor, ni rastrear una dirección IP. No sería lógico. Aunque tampoco creo que sea muy lógico este olor a mar y pescado podrido que percibo desde que empecé a escribir...
Los mitos de Cthulhu (II). Homenaje a Lovecraft
Todos los libros sobre los Mitos de Cthulhu. Aquí.
El
exégeta de Lovecraft, el escritor Derleth, es el sistematizador de Los Mitos de Cthulhu.
Fue el que inventó la figura del Sello: una especie de talismán creado por los
Dioses Arquetípicos, una piedra con una estrella de cinco puntas que domina a
los Primordiales, a la manera de la cruz cristiana contra los vampiros. Y es
que Derleth vio las profecías de Lovecraft como una distorsión de la religión
judeo-cristiana, la eterna lucha del Bien contra el Mal.
Pero esta defensa es solo una vaga ilusión, un tranquilizador invento de Derleth.
El autor del Necronomicón, el árabe loco Abdul-al-Azhared no lo menciona, y tampoco ningún texto de los que pueden consultarse en la sección prohibida de la Universidad de Miskatonic.
Cada vez estoy más seguro de que nuestro escritor pagó su conocimiento -adquirido tras años de horribles pesadillas- con su vida. Fue fuertemente influenciado por Arthur Machen, miembro de la sociedad ocultista y esotérica llamada Golden Dawn, a la que también perteneció Aleister Crowley, inquietante personaje, uno de los fundadores de la magia del caos.
Quizás llegó a entrar en la peligrosa sección prohibida de la Biblioteca de la Universidad de Miskatonic. Murió joven, presa del cáncer. Es cierto que el cáncer es una enfermedad, pero ¿qué es una enfermedad para los que acechan en el umbral?
Por suerte, ya no es necesario entrar en la peligrosa sección, basta con tocar un enlace de la Universidad para acceder a todo este conocimiento. La sección prohibida necesita una clave de acceso, pero con un buen programa, la puedes conseguir...al fin y al cabo, no creo que Cthulu sepa lo que son los derechos de autor, ni rastrear una dirección IP. No sería lógico. Aunque tampoco creo que sea muy lógico este olor a mar y pescado podrido que percibo desde que empecé a escribir...
Los mitos de Cthulhu (II). Homenaje a Lovecraft
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